HISTORIA DEL TÉ DE CEYLAN, SRI LANKA
En realidad, en esta preciosa Isla de Sri Lanka, todo empezó con la Canela (“Cinnamomum zeylanicum”). El originario árbol de la canela fue uno de los cultivos que atrajo al comercio colonial de aquel país. Portugueses, holandeses y finalmente ingleses, se hicieron con la “Isla de las Especias” y con la explotación de la canela.
En nuestro viaje a Sri Lanka hemos visto este árbol que se conocía 3000 años ac también en China y en India, utilizada en sus medicinas tradicionales. Llevada por el Mediterráneo en los barcos fenicios, fue usada por egipcios, para embalsamar, por Grecia y Roma en su gastronomía, como digestivo y en sus ceremonias importantes por su aroma.
Restringido a las clases más ricas, en occidente y durante la Edad Media, fue controlado su comercio por los mercaderes Venecianos y Genoveses que a su vez la obtenían de los musulmanes que dominaban las antiguas rutas de oriente.
Aún en manos de los holandeses, el cultivo de canela en la isla de Sri Lanka dejó de ser rentable y la crisis de 1830 en Europa, hizo inevitable sustituir por otro cultivo la preciada especia.
El consumo creciente del café en Europa planteó la opción de cultivarlo en tierras tropicales. Se llevó como planta ornamental al Jardín Real Botánico de Kandy, Peradeniya, donde se adaptó perfectamente. Después en grandes extensiones de terreno. Su alto precio de mercado y la demanda, lo convirtieron en un producto principal.
Una plaga terrible en 1870, producida por el hongo Hemileia Vastatrix, acabó con el cultivo del café, dando lugar inevitablemente, al abandono de las plantaciones y al regreso de los terratenientes a Europa.
En 1867, James Taylor, un escocés en realidad dedicado al café, comenzó la verdadera industria del té en Sri Lanka, llamada Ceylán. Fue pionero (antes de la devastadora plaga) en plantar 19 hectáreas de té en una zona elevada (500 m sobre nivel del mar), en la finca de Loolecondera, cerca de Kandy.
Poco a poco se produjo la transición hacia otro tipo de cultivo que necesitara un clima cálido y húmedo: el TÉ.
La “Camelia Sinensis” ya había sido llevada por los británicos desde China al mismo Jardín Botánico de Kandy en 1824. Se probó una variedad china y se comprobó su magnífica adaptación en las zonas de montaña. En las llanuras sería mejor la variedad india.
En 1872 huvo la primera fábrica equipada para llevar a cabo el proceso de secado y fermentación del té. En 1873 se envió de viaje desde Sri Lanka a Londres una primera producción.
Otros le siguieron, como Thomas Lipton en 1890, que llegó a llevar 23 toneladas a las subastas de Londres.
Ya en la actualidad, en 1988 se fundó la compañía de té Dilmah que envasaba y comercializaba directamente el té de Ceylán. Hoy en día es la marca más reconocida en el mundo.
Hoy en día constituye la base económica más importante del país, dando trabajo a más de un millón de personas directa o indirectamente. Es uno de los primeros países productores de té del mundo, junto con India, China y Kenia. Según el Consejo Mundial del Té, en 2012 Sri Lanka exportó alrededor de 340 millones de kilos de té.
Aurora Audenis – ASPASIA TRAVEL