El escarabajo en el Antiguo Egipto
El escarabajo azul es uno de los amuletos más famosos del Antiguo Egipto, pero el origen de su poder simbólico es, cuanto menos, curioso. ¿Por qué asociarían los egipcios un animal en apariencia tan poco majestuoso con el dios de la creación? Olvidémonos de misticismos, la respuesta es mucho más terrenal: la pelota de excrementos que va amasando el escarabajo pelotero les pareció muy similar a la labor que haría el dios Ra cada amanecer con el Sol. Además, se creía que este animal se reproducía a sí mismo sin necesidad de contar con una pareja, motivo de más para acercarlo al gran dios.
Así, a partir de la bola de estiércol los egipcios desarrollaron toda una mitología elevando el escarabajo a símbolo de la eternidad, llegando a ser un amuleto imprescindible que acompañaba a todos los faraones en su camino hacia la vida eterna en sus ritos funerarios. También era valorado como portador de fuerza y energía positiva contra el poder maligno.
El viajero que se adentre a conocer los templos egipcios tendrá la oportunidad de visitar Karnak, uno de los lugares de visita más majestuosos del recorrido, y encontrar allí la estatua del escarabajo más grande del mundo. Siguiendo la tradición, se les recomienda dar siete vueltas en torno al monumento porque, ya puestos, ¿a quién no le viene bien hoy en día un poco de suerte extra?
-Diana R. A.