KHAJURAHO
Oculto a las miradas, el conjunto de templos de Khajuraho es uno de los mejor conservados del mundo. La inaccesibilidad al lugar fue su mejor salvaguarda en épocas antiguas cuando estuvo escondido de las rutas comerciales que cruzaban India. Pero hoy en día ha cambiado y es uno de los puntos más famosos del norte de la India junto el Taj Mahal, Varanasi o la ciudad de Jaipur.
EROTISMO EN LOS TEMPLOS DE KHAJURAHO
Y es que Khajuraho concentra una abundante colección de templos (se pueden visitar 22 de los 85 originales). El conjunto resulta macizo y homogéneo y resalta debido a su mayor seña de identidad, las fachadas decorativas. Ya cuando nos acercamos a la región nos atrapa: los templos y sus pináculos sobresalen de la vasta extensión de jungla que les rodea, lo que nos atrae hacia un mundo desconocido y a un gran descubrimiento en nuestro viaje a la India.
La mayor parte de los edificios se levantaron entre los años 950 y 1050, en la dinastía Chandela, dicha dinastía veneraba el tantrismo, es decir, el culto basado en la satisfacción de sus deseos para alcanzar el Nirvana. Este es el detalle que nos da el porqué de tanta decoración.
Los turistas llegan a Khajuraho para contemplar las escenas del Kamasutra, el canon erótico hindú. En sus bajorrelieves y estatuas nos hablan de lo divino y de lo humano, incluido lo “demasiado humano” pues las escenas de sexo abundan en muchas de sus paredes. Pese a todo, aquél que sólo vea acrobacias eróticas en Khajuraho se equivoca. La decoración escultórica nos muestra escenas costumbristas de hace siglos con músicos, guerreros, dioses y animales, desde escenas caseras a la representación de la vida en la corte, lo que hace que la riqueza de los templos y la información que nos ofrecen para entender la vida de la región en épocas pasadas sea de un valor incalculable. Por ello, la Unesco, declaró la región como Conjunto Patrimonio de la Humanidad en 1986.
En los templos hay numerosas imágenes que muestran a mujeres, incluido las inalcanzables apsaras, ninfas de talante celestial normalmente acompañadas de algún instrumento. También encontramos innumerables mithunas, figuras eróticas que representan la unión tántrica y espiritual que debe acompañar el acto sexual, y que embrujan el lugar.
Si disponemos del tiempo suficiente, Khajuraho es, por su magnificencia y singularidad, una región de visita obligada en nuestro viaje por el norte de la India tanto por sus templos como para entender la historia y el hinduismo.
-Marta Cardona