LA VIDA EN EL LAGO INLE (RELATO DE UN VIAJE A MYANMAR)
Situado a unos 900m de altitud, el Lago Inle extiende sus aguas en un área de 500 Km2. Sus 5 x 100 km albergan unos 9 tipos de peces, gasterópodos y una vegetación acuática exuberante.
Según la época del año su profundidad oscila entre 2 y 4 m. Es el segundo lago más grande del país y uno de los lugares imprescindibles que hay que visitar en nuestro viaje a Myanmar.
LA POESÍA EN EL PAISAJE DEL LAGO INLE
Situado a unos 900m de altitud, el Lago Inle extiende sus aguas en un área de 500 Km2. Sus 5 x 100 km albergan unos 9 tipos de peces, gasterópodos y una vegetación acuática exuberante.
Según la época del año su profundidad oscila entre 2 y 4 m. Es el segundo lago más grande del país y uno de los lugares imprescindibles que hay que visitar en nuestro viaje a Myanmar.
Un juego de espejos entre el cielo y el agua cautiva a todos los que tienen la suerte de hacer el trayecto en barca por sus orillas. Me atrevo a decir que la mayor riqueza de su gente sencilla y amable es precisamente el reflejo de un cielo que reposa en la puerta de sus casas flotantes.
Cuando una visita el Lago Inle se da cuenta que la vida se desarrolla gracias al agua y en torno a ella. De las 120 aldeas que lo enmarcan, unas 50 son flotantes, pobladas mayoritariamente por los Intha (hijos del lago). Son aldeas pequeñas, de entre 500 y 1000 habitantes. El núcleo más poblado es Nyaung Swe, de unos 20.000 habitantes.
Cada casa tiene su barquita amarrada a punto para desplazarse y cada pueblo una barca comunitaria con capacidad para unas 100 personas. Es la que se usa y decora en fechas y festivales especiales como el de la fiesta de la Pagoda Phaung Daw, un espectáculo de color y bailes sobre las barcas. (Aspasia Travel ofrece una salida especial para el festival, del 26 de septiembre al 9 de octubre del 2019).
Sin duda, la pagoda Phaung Daw es uno de los puntos más importantes del lago. Se accede en barca y el interior de su estupa dorada alberga 5 estatuas antiguas de Buda, actualmente tan cubiertas de oro que apenas se aprecia su perfil.
Es interesante la actividad que realizan las aldeas. Se distribuyen por oficios. Así, puedes visitar el pueblo donde construyen barcos de madera, el pueblo que produce tabaco, el de los herreros, el pueblo que se dedica a los tejidos de seda, algodón y loto, la aldea de la plata… Los mercados son itinerantes y cada día toca mercado en un pueblo diferente. La gente acude en barca a comprar los productos de la zona. Sin duda un buen retrato de la vida local.
Curiosos también son los huertos flotantes de tomate, cuyas tierras son ganadas al lago a base de amontonar algas para constituir el sustrato de las plantas.
Un punto y aparte son los pescadores o malabaristas que sostienen con sus pies rudimentarios artilugios que, a modo de trampas, hacen las delicias de las cámaras del viajero.
Sin duda todo un estilo de vida que podrás observar si viajas con Aspasia Travel a Myanmar.
A. Audenis
