Tiro al arco, Deporte Nacional de Bután
El origen de este deporte en Bután se remonta al siglo VIII después de Cristo. Parece que tuvo orígenes religiosos por eso es fácil ver imágenes representando dioses y personajes mitológicos que sostienen arcos y flechas.
La palabra butanesa “DHA” significa literalmente algo que apunta y se dirige hacia donde quiere el ojo de la mente. Esto nos enlaza con la meditación y la capacidad de concentración. La llamada “flecha divina” es invisible al ojo humano -cuenta un proverbio popular- sólo se percibe al impactar.
Por ello la atribución divina del tiro al arco, hace que en Bután se aprecie como una actividad de prestigio, tanto para gente común como para reyes.
Desde el 1.971 cuando las Naciones Unidas reconocieron a Bután, lo declararon su deporte nacional.
Los torneos oficiales se realizan durante todo el año, pero todas las poblaciones tienen su campo de tiro. Se practican tanto el tiro al arco como los dardos, curioso deporte también muy popularizado.
Es muy fácil observar pequeñas competiciones entre los hombres del lugar. Avituallados con su traje tradicional, el “GHO”, no dudan en desafiar a los vientos helados del Himalaya.
Existen dos clases de competición: una para los arcos de bambú tradicionales (que ellos mismos fabrican) y otra para los arcos de fibra de carbono (muy costosos y de importación) cuyas flechas alcanzan unas velocidades asombrosas.
En Bután, actualmente se dispara sobre unos tablones de unos 40 cm de ancho por 1,5 metros de altura, en donde se dibuja la diana. Los 3 equipos de 11 hombres cada uno, se sitúan a una distancia de 140m y disparan por parejas cada turno. Los otros jugadores se colocan peligrosamente muy cerca de la diana, desafiando la velocidad de la flecha divina, para observar bien el tiro. Cada vez que una pareja hace diana, todo el equipo canta y baila festejando los dos puntos que se añaden al marcador, para que el tirador sepa de su acierto.
Lo más curioso aún es el premio que se entrega al ganador del torneo popular: un electrodoméstico.
En nuestro viaje a Bután con Aspasia Travel pudimos disfrutar de alguno de esos torneos. Vimos el orgullo que sienten por un deporte de precisión, de concentración y de profundo respeto.
Una expresión más de este pueblo, Bután, sin duda equilibrado y feliz.
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Aurora Audenis – ASPASIA TRAVEL
